miércoles, 19 de enero de 2011

El pasado pesa, pero no tanto.



Duro sentimiento de orgullo,
tras el capullo de una frase,
esa que te hace de envase,
de lo que nace dentro tuyo.

Testigo del cruel castigo,
no persigo ser grandioso,
Soy curioso ante lo dudoso,
y si es escabroso prosigo.

Es la palabra un amigo,
y ese abrigo que me arropa,
tirándome a quemarropa,
como una tropa, lo que no digo.

Soy testigo de mi enemigo,
viene conmigo a cada momento,
lo encuentro si me lamento,
cuando me siento enfurecido.

Soy quien decido estar perdido,
y oscurecido en plena gloria,
pues es notoria la escoria,
que en mi historia he vivido.

No soy ese hombre dolido,
o confundido por su pasado,
pisado, velado y enterrado,
lo que he buscado, lo he cumplido.

El pasado pesa, pero no tanto.

lunes, 17 de enero de 2011

Cuatro elementos, cuatro momentos...



Camino sobre la tierra,
con un propósito definido,
más de uno me hace la guerra,
pues no le encuentra sentido.

Planto y riego preguntas,
con la esperanza de conocer,
que pasa después que se junta,
la experiencia y el saber.

Aunque a veces arde mi fuego,
con una chipa es suficiente,
puedo controlarlo luego.
de analizar mi subconsciente.

Y no digo que sea malo,
solo cuando en una acción,
soy impulsivo y exhaló,
más frustración que pasión.

Pues he aprendido del agua,
que si lluevo, vuelvo a correr
busco el estribo y la calma.
para pararme al caer.

Ya que es parte de la vida,
y un motor para continuar,
si sabes curar las heridas,
tendrás más armas para luchar.

Y del aire extraigo paciencia,
en cada suspiro que invoco,
porque es difícil la coherencia,
cada vez que me equivoco.

Es que se suele volar de a momentos,
y así se alejan los pies del piso,
luego desciendes muy lento,
para volver al inicio.